
Published on Dec. 22, 2020
Todo sobre la bioseguridad
Conseguir unos buenos resultados del lote depende mucho de su estado sanitario. La sanidad es fundamental por dos motivos: primero, los animales sanos son productores más eficientes, puesto que la respuesta a la enfermedad tiene costes energéticos que afectan a la rentabilidad. Segundo, el objetivo de todo avicultor es la producción de huevos seguros y de alta calidad. Los huevos deben ser seguros para el consumo humano, libres de patógenos y de cualquier otra contaminación. Los programas de bioseguridad se adoptan con el objetivo de mantener un buen estado sanitario. La bioseguridad es clave en la prevención de enfermedades, junto a y en colaboración con un programa vacunal y otro de erradicación de enfermedades personalizados. Debe cumplirse siempre con la normativa local medioambiental. La prevención siempre sale más barata que la cura.
Para poder implementar un programa de bioseguridad, es necesario entender en qué consiste la bioseguridad:
- Bioseguridad es la prevención de la entrada de enfermedades
- Bioseguridad significa minimizar el riesgo de entrada de patógenos en la instalación, completa y por naves
- Bioseguridad es la exclusión, erradicación o manejo efectivo de los riesgos
- Bioseguridad es reconocer los riesgos y actuar en consecuencia
- Las enfermedades se transfieren por el aire a una distancia limitada
- Las enfermedades pueden entrar con la introducción de aves infectadas (contacto directo)
- Las enfermedades también pueden entrar a través de visitas/trabajadores/roedores/moscas/camiones/materiales/alimento/equipos (contacto indirecto)
El elemento esencial de todo programa de bioseguridad a menudo suele ser cambiar la forma de entender qué está limpio y qué está sucio, y actuar acorde a ello. La comprensión de las razones por las cuales se implementan ciertas medidas puede ayudar significativamente a que la plantilla cumpla con las reglas. Las medidas deben ser simples, fáciles de comprender, acordadas y monitorizadas.
La bioseguridad es la medida de control de enfermedades más barata y efectiva. ¡La dificultad no radica en implementar un plan de bioseguridad, sino en mantenerlo!
Instalaciones
Idealmente las instalaciones avícolas deberían estar ubicadas bien alejadas de otras y estar diseñadas para un manejo “todo dentro-todo fuera”, para poder prevenir la contaminación entre lotes de distintas edades. Independientemente del tipo de edificación, la construcción debe facilitar unas labores efectivas de limpieza y desinfección entre lotes. En climas fríos y templados paredes y techos requerirán el uso de materiales aislantes a prueba de humedad y roedores. La altura de los techos debe ser suficiente para una adecuada ventilación. Los equipos empleados dentro deben ser de fácil acceso y desmontado para su limpieza y mantenimiento, teniendo en cuenta los principios del programa de bioseguridad.
Debe observarse una estricta separación entre lo que es el interior y el exterior en las instalaciones de la granja. Debe vallarse el recinto y establecer el principio de “camino sucio / camino limpio” cuando vengan a traernos alimento o a llevarse la gallinaza y los cadáveres. Esto evitará el contacto indirecto entre aves de distintas granjas/naves. No se debe permitir el paso de vehículos por los caminos definidos como limpios. Igualmente es importante mantener una separación estricta entre interior y exterior de cada nave. Esto puede conseguirse de forma bastante sencilla con el cambio de ropa y calzado junto a la limpieza y desinfección de manos antes de entrar en una nave. Idealmente, los equipos deberían ser de uso exclusivo de cada nave, pero si fuera necesario introducir herramientas o equipos procedentes de otra nave, estos deben ser previamente desinfectados. También debe gestionarse el riesgo que supone la entrada de vehículos en las instalaciones.
Los equipos eléctricos requieren una fuente fiable de electricidad. En naves con control ambiental se requieren además generadores de emergencia y alarmas por fallo de los equipos.
Las naves deberían ser a prueba de aves salvajes y roedores para prevenir la entrada de enfermedades que estos pueden vehicular. Cada entrada de aire debe disponer de mallas para prevenir este riesgo. Debe haber cajas con cebo envenenado para roedores tanto dentro como fuera de la nave. Éstas deben revisarse regularmente (mensualmente) para reponerlas, y la frecuencia de inspección
debe incrementarse acorde con los brotes de aumento de actividad de los roedores. Los animales salvajes no deben tener acceso al agua ni al alimento para evitar plagas. Los insectos también deben mantenerse a raya, pues también pueden ser fuente de contaminación. Debería monitorizarse la actividad de los insectos para aplicar los tratamientos pertinentes en el momento adecuado. Con la nave en cría o en puesta, solo deben usarse insecticidas aptos para su uso en presencia de animales. Con los insecticidas usados dentro de la nave, se recomienda un tratamiento al vaciado de la misma y otro antes de la llegada del nuevo lote.
Los almacenes en los que se guardan los equipos a usar en las naves también deben estar libres de aves, roedores e insectos. El alimento puede ser una vía de entrada para Salmonella spp. El control del agua de bebida debe considerar la posibilidad de contaminación con E. coli, levaduras, mohos e incluso gripe aviar si se usa como fuente aguas de superficie.
Personal y visitantes
El control de visitas debería ser estricto y debería corroborarse su ausencia de contacto con otras aves al menos en las 48 horas previas (preferiblemente 72 horas). Debe mantenerse un registro de visitas, para el que puede servir el formulario del apéndice 1. Su entrada debería ser a través de un vestuario para el cambio de ropa y calzado, idealmente después de tomar una ducha. Debe prestarse especial atención a las botas, las cuales deben desinfectarse siempre antes de la entrada a una nave avícola. El diseño del vestuario debe diferenciar una zona sucia (para que las visitas puedan desvestirse de las ropas que traen) y una zona limpia, donde puedan acomodarse la ropa y el calzado propio de la granja

A fin de prevenir contaminaciones cruzadas, no puede permitirse que los empleados de la plantilla tengan aves en casa. La asignación de cada trabajador a una nave es necesaria para reducir el riesgo de contaminación entre naves. Si no fuera posible, el flujo de trabajo y de visita debe ser de naves con lotes jóvenes a naves con lotes más viejos, para terminar con los lotes de aves enfermas si los hubiera.
Atención:
- Tanto los pediluvios como las alfombrillas desinfectantes para las botas son difíciles de mantener, por lo que suelen ser inútiles.
- En cualquier caso, tanto perros como gatos deben permanecer siempre fuera de la granja pues son potenciales transmisores de enfermedades al lote.

Seguimiento del lote
La avicultura se sustenta en el manejo de las aves, pues ellas son las que producirán los huevos. Con un seguimiento adecuado, no solo se puede saber mucho del estado sanitario del lote, sino también de la calidad del manejo y de las instalaciones. Una mirada atenta a la producción, la salud y el comportamiento del lote debería ser suficiente para entender cómo está el lote.
¿Qué comprobar?
Aparte de comprobar el estado de libre de enfermedad del lote, lo cual nos indica si el programa de bioseguridad está siendo efectivo, se deben registrar los parámetros productivos del mismo y hacer su seguimiento para detectar anomalías (reducción del índice de puesta, del consumo de alimento o del peso vivo). Esta es la mejor manera de poder adoptar medidas correctivas de forma temprana, para solventar cualquier problema que pudiera darse.
Características | Recomendaciones |
---|---|
Consumo de alimento | Diario |
Consumo de agua | Diario |
Mortalidad | Diario |
Condiciones ambientales | Diario |
Producción de huevos | Diario |
Huevos de 2ª categoría | Diario |
Peso del huevo | Diario |
Peso corporal de la gallina | Semanal hasta las 30 semanas, mensual después de las 30 semanas de edad |
Estado libre de enfermedades | Mensual |
Limpieza y desinfección
Bacterias y virus pueden persistir viables en el ambiente durante largos periodos de tiempo. Después del vaciado de la nave, ésta debe limpiarse y desinfectarse a conciencia, para prevenir que el siguiente lote pueda contaminarse con patógenos. La ausencia de animales permite el acceso a todos los rincones de la nave y los equipos, facilitando las labores de limpieza y desinfección. Tan pronto como la nave esté vacía debe empezarse con la limpieza. Cuanto antes se empiece a limpiar mayor será la reducción de patógenos potenciales antes del inicio del nuevo ciclo.
Las tareas básicas a realizar son dos:
- Limpieza: el objetivo es retirar la materia orgánica y que todas las superficies aparezcan visualmente limpias.
- Desinfección: el objetivo es la higienización de las superficies ya limpias
- Reposo: tiempo en que las instalaciones permanezcan vacías contribuye a la eliminación efectiva de los patógenos potencialmente presentes.

Los cadáveres son fuentes de multiplicación bacteriana: deben retirarse diariamente. Deben ser destruidos de forma higiénica (no deben almacenarse en la nave de puesta).
Debe evitarse el acceso de roedores e insectos a los cadáveres, pues podrían diseminar los patógenos. La mortalidad debe ser registrada diariamente y de forma visual mediante un gráfico, así se identifica mejor cuando aumentan demasiado y se puede actuar a tiempo.

Los posibles proveedores de productos químicos son muchos, y generalmente se requieren distintos productos para las dos tareas descritas. Los detergentes se usan en la limpieza mientras que los desinfectantes se usan en la desinfección. Existen detergentes disponibles con propiedades desinfectantes, sin embargo, es preferible aplicar un desinfectante formulado específicamente para garantizar la efectividad del tratamiento. Seguidamente se exponen las distintas fases de una adecuada limpieza y desinfección.
Fase 1 – retirada
- Animales
- Cadáveres
- Restos de pienso (mínimos si se planifica bien)
- Equipos móviles
- Gallinaza y yacija
- Mientras la nave esté caliente se recomienda aplicar tratamientos contra el ácaro rojo y otros insectos
- Colocar cebo envenenado abundante contra roedores
Fase 2 – preparación
- Sistema de bebida: vaciar completamente y rellenar con solución desinfectante
- Remojado: de todas las superficies y equipos con la solución detergente
- Limpieza manual: de todos aquellos equipos no resistentes al agua
Fase 3 – lavado
Lavar a presión todas las superficies con la solución detergente. Esto no solo aplica a las superficies interiores, también hay que limpiar las áreas de acceso de cemento, las entradas de aire…
Fase 4 – montaje
Volver a montar el equipo móvil ya limpio en la nave una vez se haya secado.
Fase 5 – desinfección
Mojar todas las superficies previamente lavadas de la nave y los equipos con la solución desinfectante. Las líneas de agua deben limpiarse primero con un detergente alcalino y luego con un detergente ácido, para luego ser aclaradas profusamente. Después deben humedecerse todas las superficies (especialmente nidos y slats) con productos adecuados para el control de ácaros e insectos.
Fase 6 – fumigado
Cerrar la nave antes de aplicar un desinfectante ambiental de base formalina o similar.
Fase 7 – periodo de descanso sanitario
La nave debería mantenerse vacía al menos 2 semanas. Si deben realizarse labores de mantenimiento, deben cumplirse igualmente las medidas habituales de bioseguridad y repetir las fases 5 y 6 antes de la entrada del nuevo lote.
Fase 8 – preparación de la llegada del nuevo lote
- Comprobar que todos los equipos funcionen correctamente
- Suministrar agua limpia en todo el sistema de bebida
- Mantener los comederos vacíos
- Calentar la nave (dependiendo del clima y época del año)